El Ayuntamiento de Reinosa ha iniciado esta semana la retirada de acarreos y limpieza de los márgenes del río Ebro a su paso por la ciudad con el fin de, ha señalado el alcalde José Miguel Barrio, “mejorar su capacidad hidráulica” y prevenir, de esta forma, “futuras inundaciones”.
La obra, sufragada en su totalidad con fondos municipales, supone un coste para las arcas del Consistorio de 46.600 euros y se está centrando, detalló Barrio, “en retirar las acumulaciones de sedimento existentes a lo largo del tramo urbano del rio que favorecen la implantación de una vegetación que, a su vez, funciona como catalizadora de sedimento, aumentando el volumen de estos bancos y. reduciendo, en consecuencia, la sección del cauce y la capacidad de desagüe”. Así mismo, se está eliminando, de forma selectiva, “la vegetación que se ha instalado en las márgenes del Ebro y que condiciona, también, su capacidad de desagüe”.
Ambas intervenciones son, según ha precisado el alcalde reinosano,“complementarias a las que se están llevando a cabo en el rio Hijar, ya que los problemas de desagüe de este último influyen, a su vez, en la cota de evacuación del Ebro aguas arriba de la confluencia de ambos, aumentando el nivel del agua en el tramo urbano del Ebro”.
Escasa pendiente
El tramo en el que está actuando el Ayuntamiento de Reinosa se extiende a lo largo de 1.500 metros, caracterizándose, precisó el concejal de Obras Alvaro Zabalía, “por su escasa pendiente y por estar completamente encauzado y rodeado por edificaciones que forman la trama urbana del municipio, salvo en la zona en la que confluye con el Hijar”.
El ámbito de actuación de los trabajos, concretó, “se ha dividido en 5 zonas: una primera aguas arriba del puente de la calle Marqués de Reinosa; otra, entre este puente y el de la Avenida Carlos III; una más, entre este último y el puente ubicado en la calle Deltebre; una cuarta que va desde este punto hasta el puente situado sobre las vías del tren y, una última, que se circunscribe a la confluencia con el Hijar”.
Duración
La actuación tendrá una duración de un mes y se ha comenzado ahora ya que, señala Zabalía, “los permisos concedidos por la Confederación Hidrográfica del Ebro y Medio Natural estaban condicionados a que se llevara a cabo en la época de estiaje”.